Capitulo 7: Mi héroe de la noche
Era lunes en la mañana y Melisa recién se despertaba para ir a la escuela.
Fue hacia al baño y luego al armario para sacar su uniforme escolar, perezosamente bajo las escaleras y busco a Elvira pero no la encontró sino que encontró una nota que había dejado.
Meli Salí a comprar de veras hacerte tú el desayuno. Cuídate besos Elvira.
Ella no sabia cocinar ni prepararse un café toda su vida le habían cocinado pero Meli no lo tomo como una negativa sino que pensó que seria divertido. Tomo una taza saco el café de la alacena y leyó las instrucción de cómo prepararlo, Puso la taza en el microondas mientras esperaba a que paraba se preparo unas tostadas lo cual fue una acto difícil para ella las tostadas se le quemaron, cuando sonó el microondas y quiso sacar la taza de café se quemo los dedos al parecer lo puso mas tiempo del que debía y estaba hirviendo.
Entre tantos intentos de hacerse su desayuno llego Elvira la cual puso una cara de reprobación al ver su lugar de trabajo totalmente sucio. Melisa la miro con cara de inocencia y le dijo:
-Lo siento Elvira quise hacer algo yo sola, soy una inútil.
-Mi pequeña Meli ya te dije que no eres inútil como vas a poder hacer algo que jamás hiciste, mañana te enseñare a cocinar ahora apúrate tienes que ir a la escuela, Ariel te esta esperando afuera.
Ella tomo su maletín y se fue al colegio con su mejor amigo, en el trayecto escolar Melisa le contó lo que había sucedido esa mañana y el le contesto:
-Ya ves ni cocinar podes.
-¡Claro que si¡ solo necesito aprender.
-¿Ha si? bueno apostemos.
- ¿Que quieres apostar?
-Te doy dos semanas para que aprendas a cocinar luego me traes una torta echa por ti que yo elija si no me gusta tendrás que…. ¡Lavar mi ropa por un mes¡
-¡Ja¡ ya veras que pierdes y si yo gano me compraras ese nuevo juego que salio el cual me contaron que esta genial.
-¡Trato echo¡
Unieron sus dedos meñiques y Melisa recito:
Si mientes te tragaras mil agujas y te cortaras el dedo. Ese era un pequeño verso que solía decir cuando juraban algo entre ellos dos.
Entraron al salón y como era de esperarse apareció Lucas para molestarla y presumir frente a todo el salón que Melisa lo invito a su fiesta sus compañeros comenzaron a hablar de cómo seria la fiesta de Meli pero ella no prestaba atención se quedo mirando la ventana de la escuela lo que solía hacer cuando no quería escuchar.
Daniel salio a correr por la mañana alrededor de la plaza corrió hasta que algo llamo su atención en una tienda cercana, era una pulsera de oro y plata, el entro y pregunto si se podía mandar a gravar y el empleado contesto que se puede pero costaría demasiado sin embargo a el no le importo sabia muy bien que mandaría a escribir en la pulsera y también a quien se la daría.
Fue hacia su casa y se puso a limpiar un poco y a lavar su ropa. Por la tarde se arreglo para la llegada de Melisa y cuando tocaron el timbre Daniel abrió, cuando entraron el la abrazo y se besaron con pasión, todo lo que se habían guardado tanto tiempo lo descargaban en ese apasionado beso al soltarse Melisa pregunto:
-¿Tus padres te avisaron que festejaran mi cumpleaños?
-Pues no ¿y desde cuando te gustan las fiestas?
-No me gustan las odio-dijo con enfado- pero mi madre me obliga.
-Ya era de sospecharse bueno abrí tu carpeta y vamos a estudiar.
-¿Qué? ¿No vamos a hablar o algo así?
-Si pero primero tengo que enseñarte, si bajas las notas de repente ya que ahora te esta yendo bien comenzaran a sospechar.
-Sigues siendo un gruñón-dijo suspirando-
Daniel le entrego algunos ejercicios y mientras ella los hacia el no paraba de mirarla ahora Melisa no le decía nada se había acostumbrado pero sin embargo todavía le molestaba.
Cuando paso una hora ella guardo sus cosas se dirigieron al cuarto de Daniel a jugar video juegos.
-Bien cuéntame algo-dijo Melisa interesada en su vida-
-¿Qué quieres que te cuente?
-No se haber ¿que hiciste hoy?
-Salí a correr y limpie.
-¿Nada mas? Que aburrida que es tu vida yo hoy intente cocinar pero No me salio y Elvira dijo que me enseñara y también hice una apuesta con Ariel.
El escuchaba atentamente lo que decía Meli no podía creer que una muchacha de 15 años tuviera una vida mas interesante que la suya luego la detuvo para que dejara de hablar cuando se dio cuenta que hablaba mucho de un tal Ariel.
- ¿Dime Meli quien es ese?
- ¿Quién es que?
-¿Ariel quien es? Hablabas mucho de el.
-Es mi mejor amigo, ¿Qué estas celoso?
-No solo te preguntaba es hora de que te vallas.
-¡Mm no quiero¡
El la miro le beso la frente y le dijo que iba a oscurecer si no se apuraba, Melisa tomo sus cosas y partió de la casa de Daniel.
Cuando estaba llegando a su casa se dio cuenta que había olvidado su celular en lo de su novio así que decidió volver. Pero alguien la estaba siguiendo, un hombre alto de cabello corto y vestido de negro la miraba fijamente Melisa comenzó a caminar mas rápido y el hombre la seguía, cuando ella decidió gritar el señor le tapo la boca y la sujeto para que no escapara, Meli estaba asustada y no sabia que es lo que le pasaría cuando el extraño hombre vestido de negro intento atarla apareció un joven de cabello largo y lo golpeo.
El violador salio corriendo y cuando Meli miro a los ojos a su salvador vio esos ojos negros que brillaban quien la salvaba era Daniel, ella del susto se desmayo y el la llevo a su casa.
Cuando toco la puerta y Elvira abrió casi grita del susto su pequeña niña estaba desmayada, la llevaron al cuarto donde despertó asustada.
-¿Qué paso? ¿Daniel que haces aquí?
-Descansa pequeño angelito mañana será un largo día y tienes que dormir bien.
Melisa cerró sus ojos y se quedo dormida, entro Elvira al cuarto y tomo la fiebre de la muchacha ya que la fiebre era demasiada fue a buscar algún medicamento para bajarla.
Daniel le interrumpió el paso preguntando:
-¿Los padres de Meli saben?
-Si ya les avise yo.
-¿Y no van a venir a ver como esta?
-No creo sus padres están ocupados con otros asuntos, tranquilo muchacho esto siempre es así.
El no podía creer que los padres de ella fueran así tan distantes, fríos y como una persona como Melisa que es tan dulce es hija de esos seres sin corazón.
Daniel se quedo cuidándola toda la noche como una guardia y Meli se sentía bien siendo protegida por la persona que mas amaba en el mundo.